Los
orígenes de la teoría conductual del aprendizaje se encuentran en los estudios
de Pavlov (1927) con animales. Durante los años 30, él y otros psicólogos
estudiaron y experimentaron la forma en que distintos estímulos se podían usar
para obtener respuestas de los animales. Estos experimentos permitieron
descubrir muchos principios del aprendizaje, principios de la relación entre
estímulos y respuestas, que más tarde fueron útiles para modificar el
comportamiento humano
Entre las características del
conductismo, destacan las siguientes:
- Se aprende asociando estímulos con respuestas
- El aprendizaje está en función del entorno
- El aprendizaje no es duradero, necesita ser reforzado
- El aprendizaje es memorístico, repetitivo y mecánico y responde a estímulos
Los modelos conductistas más importantes
son: el condicionamiento clásico de Pavlov, el condicionamiento operante de
Skinner y el condicionamiento vicario de Bandura.
El conductismo está caracterizado por su
concepción asociacionista; es decir, crea conocimiento al relacionar los
antecedentes de una situación con sus consecuentes (estímulo-respuesta).
Tipos de aprendizaje en la teoría
conductual
El aprendizaje
dentro de la teoría conductual se define como un cambio relativamente
permanente en el comportamiento, que refleja una adquisición de conocimientos o
habilidades a través de la experiencia. Dentro de la teoría conductual, existen
cuatro procesos que pueden explicar este aprendizaje: condicionamiento clásico,
asociación por contigüidad, condicionamiento operante y observación e imitación.
Condicionamiento
Clásico:
El condicionamiento clásico es el proceso a
través del cual se logra que un comportamiento -respuesta- que antes ocurría
tras un evento determinado -estímulo- ocurra tras otro evento distinto. El
condicionamiento clásico fue descrito por el fisiólogo ruso Ivan Pavlov
(1849-1936) a partir de sus estudios con animales; en sus investigaciones,
asoció el ruido de una campanilla (estímulo neutro) a la comida (estímulo
incondicionado) de un perro, y logró que el perro salivara al escuchar la
campanilla (que se transformó en un estímulo condicionado).
Más
adelante, John Watson (1879-1958), considerado el “padre de la psicología
conductual”, estudió las conductas de temor en bebés y niños pequeños, y
encontró que los niños muy pequeños casi no tenían temores (por ejemplo, a
ratas, gatos, etc.), mientras que, al avanzar la edad, el número de temores que
presentaban los niños era considerablemente mayor. Este autor sugirió que esto
se debía a que los niños aprendían estos temores del ambiente social, y no a
que fueran temores instintivos, como se afirmaba antes. Watson usó técnicas de
condicionamiento con un niño pequeño sano, Albert B., y logró que éste mostrara
temor a una rata blanca que antes no le producía miedo alguno De esta forma, mostró
cómo los niños pueden desarrollar miedos al generalizar una reacción emocional
condicionada adquirida en conexión con un sólo estímulo, a otros estímulos
similares.
El conexionismo
Fue
propuesto por Edward Thorndike (1874-1949), quien plantea que la forma más
característica de aprendizaje, tanto en animales inferiores, como en hombres,
se produce por ensayo y error, o por selección y conexión, como lo llamó más
tarde. Sus principales experimentos fueron con gatos. A partir de estos
experimentos Thorndike formuló leyes de aprendizaje, que son: la de asociación,
ejercicio y efecto. En relación a la primera de estas, ley de asociación, él
postula que la asociación es una importante condición del aprendizaje porque la
satisfacción o frustración depende de un estado individual de asociación. la
ley de ejercicio, por su parte, plantea que toda conexión es proporcional a la
cantidad de tiempo en que tarda en realizarse la conexión y al vigor y duración
de esta conexión, lo cual puede mejorarse mediante la ejercitación. En cuanto a
la ley del efecto, postula que la respuesta que se acompaña de satisfacción se
transforma en la más firmemente conectada con la situación a aprender y a la
inversa, aquellas respuestas acompañadas de displacer generan conexiones
débiles.
Aprendizaje Asociativo
Otra forma de aprendizaje descrita por la
teoría conductual consiste en el Aprendizaje Asociativo o por contigüidad,
propuesto por el americano Edwin Guthrie (1886- 1959). Este autor explica la
asociación de dos estímulos -en ausencia de respuesta o estímulo
incondicionado- por medio del principio de contigüidad. Este principio
establece que cuando dos sensaciones ocurren juntas en forma repetida, acaban
por asociarse, de manera que posteriormente cuando ocurre sólo una de estas
sensaciones (estímulo), la otra sensación también es evocada (respuesta). Aunque
la mayor parte de los aprendizajes son complejos y no pueden ser explicados
exclusivamente por este principio, la asociación por contigüidad sí ayuda a
entender algunos aprendizajes más simples, como por ejemplo la memorización.
Condicionamiento Operante
Es
descrito por Edward Thorndike (1874 – 1949) y B. Frederic Skinner (1904 –
1990), es el proceso a través del cual se fortalece un comportamiento que es
seguido de un resultado favorable (refuerzo), con lo cual aumentan las
probabilidades de que ese comportamiento vuelva a ocurrir. El condicionamiento
operante sostiene, de esta forma, que se aprende aquello que es reforzado. Tanto
el condicionamiento clásico como el operante utilizan los componentes básicos
-estímulos y respuestas- para explicar el aprendizaje, pero difieren en su
ordenamiento. Mientras en el condicionamiento clásico la atención se centra en
el estímulo que causa la respuesta, en el condicionamiento operante, la
atención está puesta en la consecuencia que sigue a una respuesta determinada y
en el efecto que ésta tiene sobre la probabilidad de emisión de la respuesta en
el futuro.
fuentes consultadas:
Leiva, Carlos Conductismo, cognitivismo y aprendizaje Tecnología en Marcha. Vol. 18 N.˚ 1.
http://galeon.com/nada/parte2.pdf
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